DECLARACIONES DEL MOVIMIENTO EUROPEO INTERNACIONAL EN BUDAPEST. Lucía Conesa.

4º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 05/12.

Europa en movimiento: Nueva Comisión, Estado de Derecho y el Euromaidán Georgiano.

DECLARACIONES DEL MOVIMIENTO EUROPEO INTERNACIONAL. DECLARACIÓN DE BUDAPEST POR UNA EUROPA FUERTE Y PARA LA DEMOCRACIA

Madrid, 05 de diciembre de 2024

Lucía Conesa, Colaboradora del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo

Los días 28 y 29 de noviembre de 2024, Budapest se convirtió en el epicentro del debate sobre el futuro de Europa al acoger la Asamblea del Movimiento Europeo Internacional. Representantes de los movimientos europeos de los diferentes Estados miembros se dieron cita en la capital húngara para abordar los desafíos que enfrenta la Unión Europea y trazar una hoja de ruta para fortalecer la cohesión, la democracia y la sostenibilidad del proyecto europeo.

Durante las jornadas, se adoptaron dos documentos clave: la Declaración de Budapest por una Europa más fuerte y la Declaración de Budapest para la Democracia. Estas propuestas, ambiciosas y visionarias, reflejan el compromiso de los Estados miembros con la construcción de una Unión más resiliente y unida frente a las crecientes tensiones globales y las amenazas internas. Ambas declaraciones subrayan la necesidad de colocar a los ciudadanos en el centro de la acción europea, abogando por reformas estructurales que garanticen la estabilidad democrática, la justicia social y una transición verde sostenible.

  1. Declaración de Budapest por una Europa más fuerte: Un llamado a la acción ante los desafíos globales: 

La Declaración de Budapest marca un hito en la agenda política europea, destacando la urgencia de abordar los múltiples desafíos que enfrentan la Unión Europea y sus ciudadanos. En un contexto caracterizado por crisis globales como la guerra en Ucrania, las tensiones geopolíticas, el cambio climático y los retos democráticos internos, el Movimiento Europeo Internacional propone un conjunto ambicioso de medidas para construir una Europa más resiliente, justa y sostenible.

La declaración subraya la importancia de situar a los ciudadanos y la sociedad civil en el centro de la toma de decisiones. Este enfoque participativo refuerza la legitimidad democrática de las instituciones europeas, especialmente en un momento en que los derechos fundamentales y el Estado de Derecho se ven amenazados tanto a nivel internacional como en algunos Estados miembros. También aborda cuestiones clave como la defensa, la prosperidad económica sostenible y la equidad social, esenciales para garantizar la estabilidad y cohesión del proyecto europeo.

Los compromisos esenciales que recoge la Declaración son los siguientes: 

  1. Democracia y derechos humanos: Promover una cultura democrática basada en la diversidad, la inclusión y la participación activa de la sociedad civil. El fortalecimiento de mecanismos como el artículo 7 para hacer frente a violaciones del Estado de Derecho es fundamental para mantener la credibilidad y unidad de la UE.
  2. Seguridad y defensa: Consolidar una Unión Europea de Defensa no solo refuerza la seguridad colectiva, sino que posiciona a la UE como un actor global más autónomo en el cambiante panorama geopolítico.
  3. Prosperidad sostenible: La implementación del Pacto Verde Europeo y el desarrollo de una economía digital y ética reflejan la necesidad de una transición justa, equilibrando la competitividad con la responsabilidad ambiental.
  4. Equidad social: Abordar las desigualdades mediante el Pilar Europeo de Derechos Sociales y la Declaración de La Hulpe reafirma el compromiso de la UE con el bienestar y la justicia social.

Lo que hace que esta declaración sea particularmente relevante es su enfoque en soluciones a largo plazo y estructurales. En lugar de respuestas reactivas a las crisis, el documento aboga por reformas institucionales y de gobernanza que permitan a la UE adaptarse a las demandas de un mundo en constante evolución. Estas reformas, incluida una Convención para reformar los Tratados de la UE, no son opcionales, sino necesarias para una integración más profunda y eficaz.

La Declaración de Budapest no es solo un conjunto de recomendaciones, sino un llamado urgente a la acción. Refleja la necesidad de una Europa unida, transparente y centrada en las personas, capaz de liderar con ejemplo en un mundo lleno de incertidumbre. Como plantea el IME, los próximos cinco años serán cruciales para redefinir el papel de la UE, tanto dentro de sus fronteras como en el escenario global.

2. Declaración de Budapest para la Democracia: Un llamado a la defensa de los valores democráticos:

La Declaración de Budapest para la Democracia subraya la urgencia de abordar las amenazas que enfrentan los sistemas democráticos en la Unión Europea y en el resto del mundo. En un contexto global caracterizado por la creciente polarización política, el auge de regímenes autoritarios y la crisis de confianza en las instituciones, la declaración insta a la UE a reforzar sus valores democráticos y garantizar que los derechos fundamentales sean respetados en todos sus Estados miembros y más allá.

Este documento presenta un enfoque integral para proteger los principios democráticos, promoviendo la participación activa de los ciudadanos, el fortalecimiento del Estado de Derecho y la defensa de los derechos humanos. La idea central es que la democracia debe situar a las personas en el centro de todas las decisiones, asegurando que el proceso político sea inclusivo, transparente y participativo.

Los compromisos principales que recoge la Declaración son los siguientes:

  1. Defensa de los principios democráticos: La restauración del Estado de Derecho en los Estados miembros donde se haya visto comprometido es esencial para garantizar que la democracia siga siendo el pilar fundamental de la UE. Promover estos valores fuera de las fronteras de la UE también es parte integral de la estrategia.
  2. Derechos humanos y justicia social: La declaración pone un fuerte énfasis en la protección de los derechos humanos para todos, promoviendo la diversidad, la equidad y la inclusión dentro de las sociedades europeas. La justicia social se aborda mediante la implementación de políticas que garanticen igualdad de oportunidades y el cumplimiento del Pilar Europeo de Derechos Sociales.
  3. Independencia judicial y medios libres: La salvaguarda de la independencia judicial es fundamental para que el sistema democrático funcione sin interferencias externas ni presiones internas. También se destaca la importancia de proteger la libertad de los medios de comunicación y garantizar un periodismo libre y plural, crucial para el funcionamiento de una democracia sana.
  4. Empoderamiento de la sociedad civil y lucha contra la corrupción: La declaración promueve un papel más activo de la sociedad civil en la toma de decisiones y el control gubernamental. Además, se subraya la necesidad de medidas eficaces contra la corrupción y la promoción de la integridad política.
  5. Desafíos globales y derechos digitales: En un mundo globalizado y digitalizado, la declaración aboga por el fortalecimiento de los derechos digitales, la privacidad y la protección de datos. Se reconoce la importancia de la alfabetización mediática y el impulso de la innovación para hacer frente a los rápidos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial.
  6. Lucha contra la triple crisis planetaria: El documento también aborda los desafíos globales, como el cambio climático, y aboga por la implementación del Pacto Verde Europeo como una estrategia para lograr una transición ecológica justa y sostenible.

La Declaración de Budapest no solo hace un llamado a la acción dentro de la UE, sino que también subraya la necesidad de desarrollar alianzas internacionales para contrarrestar a las potencias que buscan socavar las democracias europeas. Este compromiso refleja la creciente interdependencia de los sistemas democráticos globales y la necesidad de protegerlos de las amenazas externas e internas.

En un momento en que las democracias se ven amenazadas por fuerzas autoritarias y populistas, esta declaración ofrece una hoja de ruta clara para asegurar que la UE permanezca un faro de democracia, derechos humanos y justicia social. Lo que distingue esta declaración es su énfasis en una acción coordinada, inclusiva y estructural, para que la democracia no solo sobreviva, sino que se fortalezca en tiempos de crisis. La implementación efectiva de estas recomendaciones será crucial para asegurar un futuro estable y democrático tanto para la UE como para el mundo en general.

Ambas declaraciones trazan un panorama común en el que la Unión Europea se enfrenta a desafíos globales y regionales que requieren respuestas urgentes, coordinadas y sostenibles. Ambas declaraciones coinciden en la necesidad de una UE más unida, resiliente, inclusiva y participativa, capaz de defender sus principios democráticos, garantizar los derechos fundamentales y abordar los retos geopolíticos, sociales y medioambientales de manera efectiva.Reafirman que la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho deben seguir siendo el núcleo de la UE, y que sus políticas deben ser inclusivas, transparentes y centradas en las personas. En conjunto, nos presentan una visión integral para una Europa que no solo sea capaz de responder a los retos actuales, sino también de adaptarse y evolucionar para enfrentar los desafíos del futuro, con el objetivo de construir una Unión Europea más sólida, justa y coherente en su actuación a nivel global.

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