3º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 25/11.
La UE reafirma su compromiso con Ucrania y el futuro del gobierno europeo se va definiendo
RIBERA CONSIGUE SALVAR A SU NOMINACIÓN A COMISARIA
Los candidatos a vicepresidentes son confirmados en bloque gracias al pacto entre conservadores, socialdemócratas, liberales y reformistas; en el que solo parece descolgarse el PP español.
Jorge Solana, colaborador del CFEME
Madrid, 27 de noviembre de 2024
El día 12, las alarmas que llevaban sonando mes y medio terminaron de estallar. Tras estar desde septiembre anunciando su voto en contra, el PP español consiguió una pinza con la CDU alemana y la extrema derecha europea en la comisión mixta de evaluación a la candidata española a vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera (S&D). Sin una evaluación favorable, la candidatura española podía fracasar y el Gobierno de Sánchez tenía que enviar a otro candidato para ser evaluado.
Aunque se esperaba el voto en contra de los populares españoles, el bloqueo en la comisión parlamentaria ha terminado siendo sorpresiva al quedar en entredicho la coalición europeísta que invistió a Von der Leyen el 18 de julio. Aunque ya en septiembre el portavoz parlamentario del PP Miguel Tellado expresó que “una mala ministra no puede ser una buena comisaria” y que no estaban a favor de “exportar sanchismo”, la nominación de Teresa Ribera contaba con el beneplácito expreso de la presidenta de la Comisión (del Partido Popular Europeo) y del Consejo Europeo en el que están representados todos los jefes de Gobierno europeos.
Pese a esto, el PP recrudeció su postura frente a la nominación de Ribera, y encontró en la crisis de la DANA en la Comunitat Valenciana un argumento nuevo y considerablemente más contundente para justificar su voto negativo, y para arrastrar a la delegación democristiana alemana que comanda Manfred Weber. Con el apoyo del líder de los populares europeos, se consiguió retrasar el veredicto de la comisión parlamentaria pertinente hasta la semana siguiente.
Este recrudecimiento se hizo visible en el hearing del día 12, donde la derecha española demostró una dureza insólita en todas las audiciones de este ciclo: Dolors Montserrat (PP, PPE) usó su pregunta para declarar que la candidata ya había suspendido “el examen de su vida” en calidad de “responsable de la prevención, preparación y respuesta de los desastres climáticos”, y la acusó de esconderse en “ su sillón europeo” para rehuir sus responsabilidades nacionales; y Jorge Buxadé (VOX, Patriotas) sentenció que “[Ribera] es responsable de la tragedia en Valencia”, que “no va a quedar impune”, y que “no debería sentarse en la Comisión, sino en un banquillo”. La vicepresidenta de la Comisión de Industria, Tsvetelina Penkova (S&D) describió la audiencia como “políticamente cargada”, y la presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos Aurore Lalucq (S&D) admitió que “había un poco de electricidad en el aire”.
Lejos de surtir efecto, la estrategia de los populares españoles ha caído en saco roto. La mayoría de los parlamentarios, analistas y asociaciones europeas han alabado el desempeño de Ribera en su audiencia, además de señalar las incongruencias del PP español en esta crisis
Ribera demostró en su audiencia su control del área de Transición Ecológica y (en menor medida) Competencia, además de su presentación del Pacto de Industria Limpia. Pese a sus esquivas a ciertas preguntas (sobre todo presupuestarias), no ha distado mucho del resto de comisarios, que han salido todos con evaluaciones favorables.
Además de esto, en Bruselas han reconocido desde el primer momento cómo las competencias en materia de emergencias no correspondían al Gobierno central sino al autonómico, y cómo los organismos meteorológicos e hidrográficos dependientes del ministerio de Ribera mandaron las alertas en el tiempo y forma adecuados. Por otra parte, se han hecho eco de las informaciones nacionales en las que señalan como único ausente en las horas decisivas de la respuesta al presidente autonómico Carlos Mazón, cuyas explicaciones han ido variando a lo largo de los días.
A pesar de que la pinza entre populares españoles y alemanes con la extrema derecha, su estrategia ha terminado en fracaso: los socialistas europeos consiguieron con éxito que se retrasara el veredicto de todos los candidatos en vicepresidentes, y que la votación se produjera en bloque. En esta situación, en los que el grupo socialdemócrata amenazó con bloquear al candidato italiano (ECR) si Ribera caía, el 20 de noviembre los tres principales grupos (PPE, S&D y RE) acordaron confirmar en bloque a los seis candidatos, en un pacto del que solo se descolgó el PP español. Con esto, la nominación de Ribera queda blindada, y la confirmación de la Comisión en el pleno del Parlamento del día 27 – a falta de imprevistos de última hora – también.
Aunque el PP ya ha anunciado que votará en contra de la nueva Comisión en el pleno del Parlamento, parece que su voto será una excepción entre los populares europeos y que el ejecutivo de Von der Leyen está – salvo nuevos imprevistos – a salvo de la crisis en clave nacional que han provocado los populares españoles. Habrá que esperar para confirmar si esta estrategia destructiva se queda en una anécdota, o dificultará aún más la gestión de la nueva Comisión, pero si algo queda claro es que la coalición europeísta sigue en pie.
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