7º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 24/01.
La toma posesión de Trump y la reacción de la UE, el poder de las grandes tecnológicas y el alto al fuego en Gaza. Un inicio de año trémulo.

Trump devuelve a la Habana a la Lista Negra: Cuba vuelve a ser listada como SSOT
Madrid, 24 de enero de 2025
Mario Blázquez, Becario del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo
La reincorporación de Cuba a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo por parte de la administración Trump marca un nuevo capítulo en la ya tensa relación entre Washington y La Habana. Esta decisión, tomada apenas unos días después de que Biden aliviara temporalmente las sanciones, tiene profundas implicaciones económicas, humanitarias y diplomáticas para la isla, que afectarán a sus relaciones con la Unión Europea.
En enero de 2021, a punto de terminar su primer mandato, la administración Trump catalogó a la República de Cuba dentro de la llamada lista SSOT (State Sponsors of Terrorism), de la cual ya había sido eliminada anteriormente por Barack Obama en 2015, y donde figuraban naciones como Irán, Siria y Corea del Norte, consideradas por el Departamento de Estado como patrocinadores del terrorismo internacional.
Hace solo seis días (el 14 de enero) el Gobierno saliente de Biden, agotó sus últimos momentos en la Casa Blanca y anunció que Cuba quedaba fuera de dicha lista, aliviando así efímeramente el estrangulamiento económico que sufre la isla. No obstante, a las pocas horas de iniciar su segunda investidura como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anunció que revertía esta y toda una batería de reformas adoptadas por su antecesor. Con esta acción, subjetiva y unilateral, el gobierno republicano reinstaura la política de máxima presión, en la que se prevé que Cuba volverá a formar parte de la “Troika de la Tiranía” a la que se refirió Trump en el pasado, y que puso en el punto de mira a este y a los regímenes de Venezuela y Nicaragua.
Según el Departamento de Estado, la designación de Estado patrocinador del terrorismo implica “restricciones a la asistencia exterior de Estados Unidos; prohibición de las exportaciones y ventas de armas y elementos defensa; ciertos controles sobre las exportaciones de artículos de doble uso; y diversas restricciones financieras y de otro tipo”. Además, pese a que la restricción no es de obligatoria aplicación por terceros países y a que los criterios a los que obedece solo tienen validez en Estados Unidos, sí que provoca que las instituciones financieras y empresas multinacionales muestren reticencias o decidan directamente no relacionarse con países incluidos en esa lista, debido a los riesgos para su reputación y a las sanciones secundarias por parte de Washington.
Desde la presidencia cubana, el Primer Ministro Miguel Díaz-Canel se refirió al restablecimiento de la designación como SSOT como un “acto de arrogancia y desprecio por la verdad” que no sorprende, pues el objetivo del Presidente Trump es “seguir fortaleciendo la cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación.” En este sentido, cabe destacar la grave crisis económica que atraviesan desde hace aproximadamente cuatro años los cubanos, cuya vida cotidiana puede verse gravemente impactada por estas medidas.
En la UE la decisión afectará, no solo a las empresas europeas, sino también al turismo y a los ciudadanos comunitarios que visiten Cuba que, de ahora en adelante (y como venía produciéndose desde 2021), no podrán obtener una exención de visado para visitar Estados Unidos y tendrán que pasar por el proceso de solicitar uno nuevo para entrar en el país norteamericano. Asimismo, la delicada situación humanitaria plantea la posibilidad de una nueva crisis migratoria que podría aumentar su presión sobre Europa y que se vería desatada por el endurecimiento del cerco económico.
Adicionalmente, tal y como sostiene la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) “la designación en la lista de terroristas crea obstáculos adicionales para la entrega de asistencia humanitaria. Limita a los particulares la apertura de cuentas bancarias en el extranjero, el uso de instrumentos para cobros y pagos internacionales, el acceso a empresas fintech y banca digital, y la contratación de servidores y servicios online”.
En resumen, la reincorporación de Cuba a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo por parte de la administración Trump unas pocas horas después de su confirmación en el cargo, evidencia el cambio de la política de conciliación de Biden y el retorno a la política de confrontación estadounidense hacia América Latina, especialmente hacia los regímenes que considera contrarios a sus intereses. Más allá del impacto directo en la economía cubana, las sanciones restringen el acceso a recursos esenciales y complican las relaciones turísticas, comerciales y financieras con terceros países y socios como la Unión Europea, agravando el panorama de un país ya sumido en una profunda crisis.
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