10º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 20/02.
La Unión Europea se prepara ante Trump

EJE PUTIN-TRUMP: EUROPA DEBE REACCIONAR CON UNA DEFENSA COMÚN
La semana del 10 de febrero de 2025 pasará a la historia como una semana infame.
La administración Trump inició un diálogo bilateral con Putin sobre Ucrania, estableciendo un proceso de negociación que excluye tanto al país atacado como a Europa; insinuó el fin de la garantía de seguridad estadounidense al continente; y menospreció la democracia europea en la Conferencia de Seguridad de Múnich. En una reunión de líderes de la UE celebrada en París el 17 de febrero, no lograron mostrar un enfoque unificado para posicionar a nuestra Unión en vista de esta nueva situación geopolítica. Tampoco lograron presentar planes institucionales concretos para lograr una mayor unidad política y una Unión de Defensa, más allá de acordar un aumento de los gastos de defensa.
La agresión y humillación que sufren los europeos a manos de la administración Trump no deja lugar a dudas ni especulaciones. Se está produciendo un doble ataque: contra la seguridad europea, vista ahora como un simple lastre por Washington, que pretende abandonar a Ucrania en manos de Putin en una lógica de “esferas de influencia”; y contra la democracia liberal, considerada también como un obstáculo al proyecto de un nuevo orden internacional autocrático y populista.
Ante la apertura de negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para la partición de Ucrania, ¿qué alternativas quedan? Está en juego el futuro de Ucrania y, con él, el de la propia Europa. Si los europeos no pueden brindar apoyo y certidumbre a Ucrania, la propia Unión Europea se verá desbordada. En este mundo emergente de grandes potencias imperialistas autocráticas, la única manera de salvar la democracia y la libertad es contrarrestarlas con el peso político de un gran Estado democrático y federal, capaz de asegurar su propia defensa, ya que Estados Unidos ya no es un socio confiable y, más probablemente, se ha convertido en un adversario.
En la actualidad, los ciudadanos quieren una defensa común, como lo confirman las encuestas con porcentajes abrumadoramente altos, y muchos Estados europeos ya están amenazados directamente por Rusia. La única alternativa propuesta actualmente por los líderes de la UE parece ser el rearme individual de los países, con el objetivo de aumentar la integración y la interoperabilidad, pero sólo de forma voluntaria. Sin embargo, la dimensión industrial por sí sola no producirá una Unión de Defensa capaz de garantizar la defensa territorial de Europa. Además, en estas condiciones, la prisa por rearmarse inevitablemente dará como resultado que una parte significativa de las nuevas inversiones en defensa se destine a la compra de armas y tecnología a terceros países, principalmente a los Estados Unidos. Eso sería una locura.
La construcción de una seguridad y una defensa autónomas exige una fuerte voluntad política de integración, que es esencial para abordar dos cuestiones cruciales: la elaboración de una estrategia colectiva basada en un análisis compartido de las amenazas prioritarias y de los intereses que hay que proteger, y la movilización de importantes recursos financieros. Sea cual sea el modelo que se elija para construir una Europa armada, hay que reconocer que, paralelamente, es necesaria la formación de un liderazgo político unificado, capaz de representar el interés común y tomar decisiones políticas en consecuencia.
Por ello, la UEF pide:
• Un apoyo continuo y más fuerte a Ucrania, particularmente en términos de suministro de armas y su alcance de uso, llenando, de ser necesario, el potencial vacío dejado por los EE.UU.
• El rechazo de cualquier acuerdo entre EE.UU. y Rusia que no sea aceptado por Ucrania y que no garantice seguridad a largo plazo para nuestro continente.
• Una reunión urgente y extraordinaria del Consejo Europeo para abordar medidas concretas para la unificación política de Europa, en consonancia con la propuesta constitucional del Parlamento Europeo para 2023, y las posibilidades disponibles para la creación de una Unión Europea de Defensa, incluidas, entre otras, las que ofrece la Cooperación Estructurada Permanente (CEP).
Hacemos un llamamiento al Parlamento Europeo para que apoye dichos objetivos en su sesión plenaria del 10 al 13 de marzo de 2025, y a los Estados miembros más responsables y activos para que se movilicen en consecuencia en el Consejo Europeo.
Europa está viviendo su momento más oscuro desde 1945, pero ahora no hay salvadores al otro lado del Atlántico y nos enfrentamos a un peligro inminente en nuestra frontera oriental. Europa sólo puede contar consigo misma y debe decidir si permanece pasiva y se deja dominar por el emergente Eje Trump-Putin o si reacciona con unidad y decisión
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