6. Hito en el Mediterráneo: la primera cumbre bilateral de la historia entre la UE y Egipto

23º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 30/10.

HORIZONTE EUROPEO: LA UNIÓN MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

HITO EN EL MEDITERRÁNEO: LA PRIMERA CUMBRE BILATERAL DE LA HISTORIA ENTRE LA UE Y EGIPTO

Madrid, 30 de octubre de 2025

Samuel Rojo, Colaborador del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo

La primera cumbre bilateral UE-Egipto, celebrada el 22 de octubre en Bruselas, marca un salto estratégico en sus relaciones, buscando estrechar lazos en materia de comercio, seguridad y transición ecológica y digital. Egipto es clave para la UE por su papel regional en el Mediterráneo, su influencia diplomática y su potencial para gestionar flujos migratorios. La reciente contribución del país mediterráneo al acuerdo de paz para Gaza pone de manifiesto su relevancia como actor internacional. Con todo, la cumbre demuestra el esfuerzo de la UE por reforzar su papel en el mundo y afianzar los vínculos con sus vecinos del sur. 

El pasado miércoles 22 de octubre tuvo lugar en Bruselas la primera cumbre bilateral de la historia entre la Unión Europea y Egipto. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en representación de la UE, han recibido solemnemente al presidente egipcio, Abdulfatah al-Sisi, abriendo un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales. El acontecimiento ha pasado desapercibido en la mayoría de medios de comunicación españoles, pese a que posee una importancia mayúscula.

Según el comunicado conjunto, el encuentro tiene por objeto profundizar los “vínculos estratégicos a largo plazo” entre ambas partes. Los temas principales que se han tratado en la cumbre reflejan los retos mutuamente compartidos y se articulan en torno a tres ejes principales: la transición ecológica y digital, que constituye un punto esencial en un mundo con necesidades tecnológicas crecientes y recursos limitados; el comercio, siendo la UE el principal socio de Egipto en el intercambio de bienes; y la seguridad y las migraciones. La existencia de intereses comunes y de una visión compartida en estos ámbitos es clave para el reforzamiento de la cooperación bilateral, definiendo una estrategia de cooperación de carácter nodal. 

La celebración de esta cumbre supone un enorme salto cualitativo en sus relaciones bilaterales, que han avanzado significativamente durante las últimas décadas mediante diferentes acuerdos de cooperación. El Acuerdo de Asociación UE-Egipto, en vigor desde 2004, creó una zona de libre comercio mediante la supresión de aranceles sobre productos industriales, que se amplió mediante un nuevo acuerdo en 2010 para incluir también productos agrícolas y pesqueros. En marzo de 2024, la UE y Egipto firmaron una asociación estratégica sustentada en las relaciones políticas, la estabilidad económica, el comercio, la migración, la seguridad y la demografía. Esta iba acompañada de un paquete financiero de 7.400 millones de euros, que se amplió en 2025 con un segundo paquete de 4.000 millones y un Mecanismo de Garantía de Inversiones por valor de 5.000 millones de euros hasta 2027.

La importancia de estrechar lazos con Egipto se explica por su cualidad de potencia regional en el sur del Mediterráneo, donde puede contribuir a la estabilización de los flujos migratorios con destino a Europa y ejercer como contrapeso de la creciente influencia rusa en África septentrional. Crucialmente, sus vínculos históricos y culturales con Europa y el resto del continente africano, pueden convertir a Egipto en un poderoso puente interregional. 

Una razón de plena actualidad que explica la relevancia de Egipto como actor internacional es su contribución al acuerdo de paz para Gaza, firmado el 13 de octubre en la ciudad de Sharm el-Sheij. Este acuerdo simboliza la innegable apuesta del país anfitrión por la defensa de la paz y la mediación internacional, lo que se alinea plenamente con los principios de la UE. 

En definitiva, esto supone una prueba innegable de que la Unión Europea no está predestinada, como argumentan los más escépticos, a un aislamiento internacional irremediable. De hecho, la tendencia es que la Unión está haciendo un gran esfuerzo por estrechar vínculos con sus vecinos del sur, como pone de manifiesto el recientemente anunciado Pacto por el Mediterráneo, pero también por ampliar su presencia en regiones más lejanas del mundo. Es necesario seguir reforzando la posición de la Unión como un actor internacional relevante que sea capaz de iluminar con sus principios y valores a un mundo que sigue dando pasos hacia la oscuridad.