La necesidad de profundización en la participación de los países de América Latina en Erasmus+

Fernando Bentué Martínez

El entorno geopolítico actual exige reforzar la asociación política de la Unión Europea con América Latina a través de una visión adaptada a la dinámica de las realidades globales, e innovadora en la búsqueda de vías para la implementación de una asociación modernizada y centrada en el comercio, la inversión y la cooperación sectorial. Cambios que exigen un enfoque, que trascienda la lógica tradicional «donante-beneficiario», y la aplicación del espíritu que inspiró la Agenda 2030.

En este marco, la inversión en conocimiento e innovación se presenta como una herramienta esencial para alcanzar estas metas. Ambas regiones tienen que aprovechar más los recursos que los propios instrumentos de cooperación ofrecen. Especialmente, en el ámbito de la enseñanza superior sobre la base del programa Erasmus+, promoviendo más intercambios y el desarrollo de capacidades, para fortalecer el diálogo regional entre el mundo académico y los responsables políticos.

El programa Erasmus+ es el programa educativo de mayor éxito de la Unión Europea. Elaborado a partir de un importante componente democratizador, potencia la participación ciudadana y los valores de la Unión Europea. Desde 2014, el programa Erasmus+ desarrolla proyectos de cooperación académica entre instituciones europeas y latinoamericanas. Sin embargo, el número de movilidades y proyectos que se han realizado desde entonces, todavía son insuficientes para alcanzar los objetivos propuestos en los acuerdos vigentes.

¿Por qué hoy es necesario reforzar la cooperación de académica y científica con los países de América Latina a través del programa Erasmus+? Este programa aporta un plan de trabajo, que parcialmente ya se aplica. Por lo que una profundización supondría un paso para aproximar a los jóvenes a los distintos espacios atlánticos, e impulsar nuevos vínculos de cooperación sobre diversos ejes: social, laboral, y medioambiental.

La visión compartida del mundo y los intereses comunes – que estos bloques de países comparten – surgen de las dinámicas de la globalización y la gestión de la gobernanza global. Por ello la cooperación internacional en educación a nivel político representa una gran oportunidad para reforzar las capacidades de actuación ante las contingencias globales.

Este estudio aborda la cuestión de la necesidad de la profundización de la internacionalización de la educación y el papel de las nuevas generaciones de la Unión Europea, como factores necesarios para: favorecer la cohesión social de los ciudadanos; aproximar visiones a ambos lados del Atlántico; y construir conjuntamente el futuro de ambas sociedades conectando a la juventud y al mundo académico con la realidad internacional.