3- EUROPA ASUME EL LIDERAZGO: UN PASO DECISIVO HACIA LA PAZ EN LA REUNIÓN DE ALTO NIVEL SOBRE UCRANIA EN LONDRES. Mario Blázquez

12º BOLETÍN INFORMATIVO «EUROPA SE MUEVE» 07/03.

La reacción de la Unión Europea y Europa frente al cambio de alianzas de Trump

EUROPA ASUME EL LIDERAZGO: UN PASO DECISIVO HACIA LA PAZ EN LA REUNIÓN DE ALTO NIVEL SOBRE UCRANIA EN LONDRES

Madrid, 7 de marzo de 2025

Mario Blázquez, Becario del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo

El pasado domingo 2 de marzo, Londres se convirtió en el epicentro de un momento histórico. Bajo la atenta mirada del mundo, una decena de líderes europeos, junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, se reunieron para abordar uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo: garantizar una paz duradera y segura para Ucrania, y hacer un llamamiento a la unidad y a la acción para rearmar Europa.

La cumbre tuvo lugar en un contexto de creciente incertidumbre, dos días después del tenso diálogo entre los presidentes Trump y Zelensky y el vicepresidente J.D. Vance en la Casa Blanca; y a tres semanas de la reunión presencial entre Putin y el propio Trump en Helsinki. 

En ambos casos, se hizo evidente el cambio de rumbo de Estados Unidos con su nueva administración que, además de incumplir sus compromisos internacionales, está llevando a cabo una drástica alteración de alianzas que pretende relegar a un papel secundario a Europa y que altera el proceso de negociación de la guerra de Ucrania. Por estas razones, se esperaba que la UE diese una respuesta contundente, la cual no se hizo esperar. Tal y como aseveró la Alta Representante Kaja Kallas el 28 de febrero, “ha quedado claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Nos corresponde a nosotros, los europeos, asumir este desafío”.

Lejos de ser un gesto aislado, estas palabras son el reflejo de un consenso creciente: Europa debe liderar el camino hacia la paz y, aunque Estados Unidos sigue siendo un actor clave, las diferencias recientes han llevado a los dirigentes europeos a tomar la iniciativa. 

Muestra de ello es la mencionada cumbre. El anfitrión, Keir Starmer, enfatizó al comienzo de la misma la importancia del encuentro: “Vivimos un momento único en una generación para la seguridad de Europa”, dijo. Ya el hecho de que la reunión tuviera lugar en la capital británica refuerza el renovado acercamiento entre Reino Unido y la UE, un acercamiento que se viene trabajando estrechamente desde la victoria del Partido Laborista en las elecciones parlamentarias del 5 de julio de 2024 y que ha impulsado el concierto europeo de las últimas semanas. Además, entre los países asistentes estuvieron incluidos socios clave como Canadá o Turquía, así como los representantes de las instituciones comunitarias (la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen; y el presidente del Consejo, António Costa) y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. 

Contrariamente a lo que sostienen ciertos sectores de la opinión pública, la UE no se encuentra aislada. Al contrario, está más conectada y fortalecida que nunca, tejiendo una red de alianzas que trasciende fronteras y demuestra que, incluso en tiempos de imprevisibilidad, Europa sigue siendo un faro de cooperación y liderazgo global.

Sin embargo, la cumbre no solo fue un espacio de diálogo, sino también de acción. Así pues, Keir Starmer, anunció que “Reino Unido, Francia y otros países” (no especificados) “trabajarán junto con Ucrania en un plan para poner fin a los combates, que será luego discutido con Estados Unidos para que pueda ser impulsado conjuntamente”. Asimismo, confirmó que el Reino Unido proporcionará 2.000 millones de euros en créditos para la adquisición de misiles de defensa antiaérea, además de ofrecer el despliegue de tropas como garantía de seguridad. “Europa debe asumir el mayor peso de la carga, pero para tener éxito, necesitamos el respaldo de Estados Unidos”, afirmó. 

Aun con ello, el primer ministro es consciente de que aún quedan asperezas por limar entre los países europeos. Ante la propuesta de franceses y británicos de enviar soldados a Ucrania para dar garantías a un posible acuerdo de paz, otros gobiernos se han mostrado reticentes ante un paso tan precipitado.

Por eso, rescató la sonada fórmula de la “coalición de los voluntarios”, presentada por el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para agrupar aliados en su invasión de Irak, y que se construye sobre la base de que, aquellas naciones que quieran y puedan contribuir, comiencen a intensificar su planificación para poner cuanto antes botas militares en el terreno. 

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea expresó una vez más que la seguridad de Ucrania no puede desvincularse de la seguridad europea. Ursula von der Leyen anunció que presentaría un plan integral para el rearme de Europa en la próxima reunión del Consejo Europeo del 6 de marzo. “Necesitamos un impulso masivo en defensa”, declaró, subrayando la importancia de convertir a Ucrania en un “puercoespín de acero” que disuada a cualquier potencial invasor: “No se trata solo de suministro militar, sino de asegurar que Ucrania sea un país fuerte y resistente, con un sistema energético estable y una economía sólida”. 

A raíz de esto último y como ha quedado patente en las posteriores propuestas de la Comisión y el Consejo, la UE no solo mantiene sino que incrementa su compromiso con Ucrania, dejando claro que no será abandonada a su suerte y buscando un punto de inflexión en el liderazgo global.

Finalmente, y tal y como hizo público el anfitrión Starmer en la rueda de prensa posterior a la reunión, las dos horas de diálogo han dado sus pequeños frutos. Todos los asistentes se han comprometido a “mantener el flujo de ayuda militar” a Ucrania, así como a seguir presionando económicamente a Rusia, para mantener la fortaleza negociadora de Kiev. Adicionalmente, han reafirmado su voluntad de que cualquier acuerdo de paz duradero cuente con Ucrania en la mesa de negociación y consolide la soberanía y seguridad del país. 

En definitiva, la reunión de alto nivel de Londres fue una demostración de determinación en un mundo que oscila entre la autarquía y el populismo y la democracia. La UE y otros estados europeos ha logrado que se deje atrás el desánimo que siguió al amargo encuentro de Zelensky con Trump y le ha tendido una mano simbólica y real a Ucrania, que reafirma su unidad, su voluntad y su compromiso con la paz. Los líderes europeos demostraron que están dispuestos a asumir riesgos, tomar decisiones difíciles y adoptar responsabilidades. Este no es el final del camino, sino el comienzo de una nueva era. Una oportunidad en la que Europa ha de asumir el control de su destino, fortalecer su defensa y consolidar su papel como garante de la estabilidad global.

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