Como consecuencias de las elecciones europeas del 28 de mayo y las decisiones adoptadas posteriormente por el Consejo Europeo 20 de junio en torno a la nueva Agenda Estratégica 2019-2024 y la propuesta de altos cargos adoptada por el Consejo Europeo el día 2 de julio del Presidente del Consejo Europeo, Presidente de la Comisión Europea, Presidente del Banco Central Europeo y el Alto Representante. De esa reunión, de forma informal, surgió la propuesta para la presidencia del Parlamento Europeo con la que se inicia el nuevo ciclo político.
El nuevo ciclo político se ha iniciado materialmente con el discurso de investidura de la nueva presidenta de la Comisión Ursula Von Der Leyen que ha pronunciado el pasado martes 16 de julio. Ha sido un discurso innovador que recoge el espíritu de relanzamiento europeo y de cambio de paradigma ya que se pasa de la concepción de unión de Estados a una unión de ciudadanos que se visualiza en la expresión que utilizó la Presidenta: “Nací en Bruselas y me sentí Europea antes de sentirme Alemana y Bajo Sajona. Por eso, nuestro propósito es unir y reforzar Europa”. Es importante resaltar que la Presidenta de la Comisión Europea ha obtenido un respaldo suficiente de la cámara a pesar de las dudas que se habían manifestado en los últimos días.
A lo largo de los tres últimos años la situación de la Unión Europea ha ido mejorando de forma substantiva y de manera progresiva tal y como han reflejado los eurobarómetros sucesivos que han verificado el acercamiento de la ciudadanía al proyecto europeo. Por ello, no nos ha sorprendido nada que la participación de la ciudadanía en el conjunto de la Unión Europea subiera 9 puntos de 42% a casi 51% de participación. Esta, es una subida muy substantiva y que frena la caída sucesiva que se ha producido los últimos 20 años, encontrándonos con unos niveles equivalentes a las elecciones de antes de la ampliación, es decir, las de 1999. A pesar de que el Reino Unido y los países del este están por debajo del 35%.
Se ha confirmado también las afirmaciones que hacíamos en nuestro informe “El cumplimiento de la Comisión Europea con sus ciudadanos” donde manifestábamos que la octava legislatura se había caracterizado por una politización del sistema. Este era consecuencia de la aplicación del artículo 17.7 que señalaba que el Presidente de la Comisión tenía que ser propuesto teniendo en cuenta los resultados electorales. Se necesitaba también la aprobación del Parlamento Europeo y el control efectivo de la Comisión aumentaba. Estos resultados confirman esta politización que implica que se está construyendo un espacio político común distinto a los de los Estados confirmándose en la práctica que la Unión Europea es una Unión entre Ciudadanos y Estados.
Los resultados electorales también se confirman que el problema de los partidos nacionalistas y populistas es un problema especialmente de los estados ya que estos partidos ganan en Italia y el Reino Unido con mucha diferencia y en Francia con menos. Sin embargo, en el seno de la Unión Europea tal y como hemos señalado en anteriores ocasiones en este mismo Newsletter, el partido de Europa de las naciones y de las libertades entre los que se encuentran Salvini y Le Pen son el 6 grupo con 58 eurodiputados, aunque exista también otro grupo que se llama Europa de la libertad y la democracia directa que es el presidido por Nigel Farage con 54 eurodiputados, es decir, que la suma de los dos son 112 eurodiputados. Con la salida del Reino Unido se reducirá, al menos, en 29 eurodiputados más el conjunto de la extrema derecha.
Hay que recordar que gran parte de los medios de comunicación españoles han repetido insistentemente que estos grupos iban a crecer considerablemente y por tanto conseguir un tercio del total de la Cámara, lo cual iba a afectar a la gobernanza del Parlamento Europeo y por ende de la propia Unión Europea. Estas hipótesis no se fundamentaban en las encuestas algunas. Las del Parlamento Europeo de febrero, marzo y abril prácticamente han coincidido con el resultado de las elecciones del 26 de mayo. Ahora tendrán no tienen un tercio del Parlamento Europeo sino que tienen una fuerza parecida a la que tuvieron en la legislatura anterior que significan un quinto pero además muy divididos y sin un proyecto común.
Tal y como preveían las encuestas, aunque no nuestra opinión pública, casi el 70% de los escaños se reparten en 4 grandes fuerzas políticas: Partido Popular con 179 eurodiputados, el Partido Socialista con 153 eurodiputados, Liberales con 106 eurodiputados y Verdes con 74 eurodiputados. Por tanto, hay 512 eurodiputados con una misma visión estratégica sobre el futuro de la Unión Europea y dispuestos a compartir más soberanía. Puede haber todavía algún eurodiputado más no inscrito. Esta proporción aumentara cuando se retire el Reino Unido.
Hay que resaltar que precisamente los dos partidos que más han crecido son los Liberales que han pasado de 68 a 106 y los Verdes de 52 a 74 que son posiblemente los más proeuropeos y los que defienden con más claridad la necesidad de reformar los tratados constitutivos. Posiblemente por ello y debido a la politización del conjunto del proceso se empieza a ver, como ocurren en todos los parlamentos, que hay algunas divisiones tácticas que es lo que lleva a pensar en que pueda ocurrir por primera vez que la coalición para formar la Camisón Europea se produzca entre estos dos partidos y el Partido Socialista, si bien no está claro quien lo liderará.
Durante las próximas semanas se van a producir las conversaciones para llegar a un acuerdo entrono a las 3 presidencias de la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y el Alto Representante. Esta negociación se va hacer de forma conjunta y por lo tanto no está claro quién será el Presidente de la Comisión ni de las otras instituciones. Se esperar que la negociación se realice entre estos cuatro grupos políticos y que exista un equilibrio de género, territorial, de norte a sur y de este a Oeste e incluso que pertenezcan a estados grandes y pequeños.
Con los resultados de las elecciones europeas se inicia el nuevo siclo político que no tendrá efectos prácticos hasta primero de noviembre de este año fecha que en principio ya se habrá retirado el Reino Unido. Sin embargo, confirma la distribución de fuerzas políticas realizadas anteriormente que el relanzamiento europeo que se venía produciendo durante los tres últimos años, desde el 23 de junio de 2016, referéndum del Brexit, va a poder seguir manteniéndose.
En este sentido, hay que hacer una referencia a la historia interminable de la retirada del Reino Unido. El último episodio ha sido la dimisión de la señora May con efectos del día 7 de junio, si bien estará en funciones hasta que el parlamento británico designe un nuevo Primer Ministro. Sus efectos serán limitados si bien se corre el riesgo de que la retirada sea sin acuerdo ya que no parece viable que se convoque elecciones debido a que el Partido Conservador está en sus niveles más bajos de su historia dado que ha obtenido 4 escaños en el Parlamento Europeo y por ello se ha coloca en sexto lugar mientras que 5 años antes eran los segundos. Tampoco parece posible que se convoque un nuevo referéndum. En todo caso se confirma que la retirada del Reino Unido está siendo una oportunidad para el relanzamiento de la Unión Europea.
Por último, la declaración que hemos hecho entre los 10 Movimientos Europeos, italianos, españoles y franceses, griego, maltes, alemán polacos, finlandeses y chipriotas y posiblemente los rumanos, confirma esta interpretación que no es solo del Movimiento Europeo Español. En la misma, se defiende la necesidad de ir hacia un sistema de gobierno federal como un elemento de un proceso constitucional. Así mismo un proceso constituyente para alcanzar finalmente una comunidad federal.
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