CARTA DE LOS JÓVENES AL COMITÉ EJECUTIVO DE LA CONFERENCIA SOBRE EL FUTURO DE EUROPA
Estimados miembros del Comité Ejecutivo,
Los firmantes de esta carta representamos a un alto número de jóvenes europeos procedentes al menos de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (EU) que día a día trabajan por una mayor integración de Europa. A los 71 años de la Declaración Schuman, y 70 del Tratado de París, somos conscientes de que nos encontramos ante un proceso democrático innovador que puede ser decisivo para la historia de la UE y de sus ciudadanos: la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE).
Así, la Conferencia, que se inició el pasado 9 de mayo de 2021, se presenta como una oportunidad para adaptar la Unión a los retos presentes y futuros, robusteciendo su carácter democrático, y adquiriendo nuevas herramientas, especialmente en el contexto actual tras las devastadoras consecuencias – económicas y sociales – de la pandemia de la covid-19.
Las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso de investidura, el 16 de julio de 2019, en el que se compromete a celebrar una Conferencia sobre el Futuro de Europa con una “fuerte presencia de la juventud”, y con una participación de los ciudadanos y la sociedad civil “en pie de igualdad” con las instituciones de la UE, supusieron para nosotros la gran esperanza para poder construir de verdad la Europa que queremos.
Sin embargo, nuestras esperanzas se desvanecieron con la publicación de la Declaración Institucional del 10 de marzo de 2021 para convocar la Conferencia, así como las Normas de Procedimiento del 26 de mayo en las que se desnaturaliza aquella promesa de Von der Leyen. La formulación de la CoFoE dista mucho de lo que debe de ser una verdadera democracia participativa. Mientras hay una sobrerrepresentación de las instituciones, tan solo una de las comisiones es presidida por la presidenta del Parlamento Europeo Joven, quedando la ciudadanía y la sociedad civil, y de manera muy significativa la juventud, en un segundo plano.
Es por ello que no se explica que frente al compromiso de una participación ciudadana y de la sociedad civil organizada “en pie de igualdad”, solo se garanticen 80 asientos a los ciudadanos, de los cuales 27 serán ocupados por jóvenes menores de 25 años – que además se elegirán por sorteo – y 8 a la sociedad civil, de los cuales solo uno es ocupado por un joven.
Aún más preocupante es la participación juvenil. Frente a la promesa de que tendríamos una “fuerte presencia” en la CoFoE, la realidad es que, del total de 449 participantes en el Plenario de la Conferencia, habrá menos de 30 menores de 25 años, que es el límite que establecen las Normas de Procedimiento para considerar a participantes jóvenes. Incluso si consultamos los participantes menores de 30 años – un límite de edad más razonable, teniendo en cuenta las cifras de desempleo y la tasa de emancipación de los europeos entre 25 y 30 años, además de que es el utilizado por programas de la UE como Erasmus Plus o los Cuerpos Europeos de Solidaridad – apenas llegan a 40 participantes. En términos porcentuales, estamos hablando de un 8%, lo que, de hecho, no es que no suponga una sobrerrepresentación de la juventud como se prometió, sino que constituye una infrarrepresentación, puesto que la población menor de 25 años en la UE supone el 12%.
Por otro lado, lamentamos que, de la ya escasa participación de la sociedad civil, no se haya invitado a organizaciones de carácter juvenil, y que estas solo están representadas por el secretario general de JEF Europa ocupando uno de los asientos pertenecientes a Civil Society Europe. Las organizaciones juveniles son responsables, en gran medida, de la movilización de jóvenes para ir a votar en las elecciones al Parlamento Europeo en 2019, en la que hubo un aumento de la participación sin precedentes, así como de dar a conocer la UE en las nuevas generaciones.
Por todo ello, demandamos:
1. Que se altere la composición actual de la Conferencia para incluir una representación de jóvenes que supere, o al menos iguale, el porcentaje demográfico que representamos.
2. Que se modifique el límite de edad para considerar a los participantes jóvenes para incluir a los ciudadanos y ciudadanas de entre 25 y 30 años, que se ven igualmente afectados en su día a día por su condición de jóvenes.
3. Que se permita participar, tanto en el Pleno de la Conferencia como en los paneles ciudadanos, al menos, a las principales organizaciones de la sociedad civil de carácter juvenil.
Nuestro futuro está en una Unión Europea más democrática y soberana. Es el momento de “dar un paso más hacia la Federación Europea”, como pedía Robert Schuman en 1950, y la Conferencia sobre el Futuro de Europa es el espacio de participación ciudadana oportuno para involucrar a las nuevas generaciones en este proceso.
Esperando que sean atendidas nuestras demandas.
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